Esta es mi reflexión sobre las observaciones realizadas en la escuela Soledad G. Cruz Hernández.
En
esa semana, que en realidad solo fueron 4 días, ya que a mitad de la semana el
maestro por motivos ajenos a la escuela y con autorización por parte de la
directiva faltó a dar clases, observé un sinfín de elementos y características
que existen dentro de esta escuela y también del contexto en sí.
Empezando
por la localización de la escuela, lo primero que se observa es que es un área
potencial de riesgo, y no porque la estructuración de la escuela en sí, sino
por el lugar en el que fue edificada. La escuela se encuentra prácticamente a
la orilla de la carretera Huimanguillo-Cárdenas, lo cual resulta peligroso
tanto para los niños que entran o salen de la escuela, como para los
conductores que transitan esta vía.
La
zona donde está situada la escuela es denominada como rural por estar alejada
de la cabecera municipal, pero a pesar de estar retirada de esta,
afortunadamente cuenta con los servicios básicos como agua potable, luz
eléctrica y sistema de drenaje.
Desde
el primer día (nótese el día de mi llegada) a primera instancia pude percibir
que la escuela tenía algunos problemas de infraestructura, ya que habían áreas
de la escuela que presentaban estancamientos acuosos debido a las previas
lluvias que se habían presentado días atrás. Los salones aparentaban estar en
buen estado y la dirección de la escuela parecía ser el aula más deteriorada.
Los
maestros y el director, me recibieron a mí y a mis compañeros de buena manera,
y como previamente ya habíamos seleccionado a que salón iría cada uno de
nosotros, solo pedimos las indicaciones de donde se encontraba cada salón y con
qué maestro nos acogería dentro del mismo.
Una
vez estando en mi aula predilecta, y habiendo entablado conversación con el
maestro correspondiente, me presentó ante el grupo, a lo que pude notar que los
niños mostraban incertidumbre ante la nueva figura que se estaba
presentando-introduciendo ante su grupo. Al mismo tiempo pude percatar que no
habían asistido todos los niños a clases, puesto que restaban sillas sin
ocupar, a lo que el maestro definió como consecuencia de los ya mencionados
eventos climáticos.
Pude
apreciar que el maestro antes que nada, les decía buenos días a los niños, y
estos respondían de igual forma, que posterior a esto se hacía un pase de lista
diario, seguido de la revisión de los materiales que en días anteriores había
solicitado.
Logré captar que el maestro solo se
abocó durante los días lunes, martes y jueves, a tratar los temas de los libros
de Matemáticas y Español, siendo hasta el último día en el que tocará un tema del
libro de Exploración de la
Naturaleza y la Sociedad. Más sin embargo nunca trató los otros libros entregados
por la SEP como el de
Educación Artística, Educación Física o Formación
Cívica y Ética. Y que aparte de todo esto, en ocasiones el trato para con
los niños, estaba un poco fuera de tono, se le escuchaba gritar repetidas veces
y emplear palabras como “caray” dentro de su léxico común. Aunque no he de
negarlo, dejando a un lado estos contras del maestro, también tiene puntos a su
favor que se ven a simple vista, como que en realidad le gusta su trabajo, que
en realidad tiene una vocación como maestro y que al mismo tiempo esta
consiente y comprende las necesidades que hoy en día (con la nueva reforma)
implica ser docente.
Por parte de los niños, estos
prestan mucha o poca atención dependiendo del individuo, ya que hay algunos
niños que si muestran interés en escuchar lo que el maestro está explicando,
pero también hay niños con problemas de aprendizaje que sobre las dificultades
que ya tienen no ponen atención a las constantes explicaciones del maestro. Tal
es el caso de niños como Arcángel o Guadalupe, Arcángel que presenta
dificultades para aprender llega con la maestra de apoyo un número determinado
de veces por semana, y Guadalupe por otra parte, es un niño no canalizado
dentro de este filtro porque en realidad él no tiene un problema de
aprendizaje, sino más bien él presenta hiperactividad, lo que hace que su nivel
de atención y su grado de perceptibilidad se conjuguen teniendo como resultado
aprendizajes incompletos. Hay niños como Jazmín o Pedro que tiene más
desarrolladas sus habilidades, su capacidad de percepción y retención; Jazmín
es una niña aplicada tranquila y calmada, tiene inculcados ciertos valores que
pocos de su compañeros tienen como el respeto y la honestidad, pero del lado
contrario, Pedro es todo lo opuesto a Jazmín, él es un niño que muestra signos
de hiperactividad pero a pesar de esto muestra habilidades en la resolución de
problemas matemáticos, tiene leves problemas de escritura, pero dejando a un
lado esto, es un niño muy inteligente que lamentablemente no ha sido percibido
por el ojo del docente que lo tiene bajo su cargo.
El maestro realizó ciertas
actividades durante la semana, la primera que observé (que culmino en casó
fallido) fue un intento por ir a la biblioteca para tratar precisamente ese
tema, que estaba siendo visto en el libro de Español, el maestro reunió a los niños, quienes previamente habían
sido enterados de que iban a ir a la biblioteca y que a pesar de haber una
biblioteca dentro de las instalaciones de la escuela por tener pocos libros y
estar siendo ocupada como aula por la maestra de educación especial esta no
sería la que visitarían. La biblioteca destino se encuentra a escasos 80 metros
de la escuela, por lo que el maestro los sacó del salón y los dirigió hacia el
edificio en cuestión. Para descoserte del maestro, de los niños y mío también,
la biblioteca se encontraba cerrada y en la puerta de la misma había un letrero
con los horarios de servicio, de 10 de la mañana a 5 de la tarde, y nosotros
intentamos hacer la visita alrededor de las 9 de la mañana. Esto me permitió
percatarme de que el maestro no había hecho una planeación previa de dicha
actividad, y si la había realizado, no la planeó adecuadamente, puesto que de
haber sido así, la visita a la biblioteca habría sido satisfactoria. El maestro
mostró enojo y discordia hacia la trabajadora que labora en la biblioteca
mencionaba cosas como “…no debería de
faltar a trabajar, por algo se le paga...” pero en realidad la culpa no
residía en la empleada de la biblioteca sino en la mala planeación que pudo o
no haber hecho previamente a la visita.
A los dos días se hizo un nuevo
intento por lograr la visita a la biblioteca y esta si se concluyó, los niños
llegaron a la biblioteca y la encarda de las instalaciones les dio un pequeño
recorrido a los niños explicándoles las diversas actividades que se pueden realizar
en una biblioteca, el trato que deben recibir los libros y la manera en que te
puedes hacer afiliado y benefactor de los servicios de esta. También se les
leyó un cuento titulado: “El Pato en su
bici” del cual redactaron un texto con lo que lograran recordar de dicho
cuento. Los niños mostraron interés en la lectura, aunque algunos incluso no
supieran leer, pero fue grato ver que todos sin excepción alguna, cogieron un
libro y si no lo leyeron, cuando menos hicieron el intento. Los alumnos se mostraron
muy en orden dentro de la biblioteca, pero camino de regreso a la escuela, se
le salieron un poco de control al maestro, lo cual afortunadamente no pasó a
mayores y no sucedió ningún percance.
Hubo una actividad donde se trataba
de demostrar la diferencia entre los “curvos” y los “planos”, para lo que el
maestro utilizó arena húmeda, un vaso de plástico, una regla y una pelota de
plástico. La actividad consistía en depositar la arena dentro del vaso de tal
forma que quedara “copeteada” para posteriormente pasar la regla por encima de
la arena sobrante o tratar de introducir la pelota hasta la mitad del vaso y
ver qué forma tomaba la arena después de hacer este paso, para que dependiendo
del resultado los niños indagarán sobre las diferencias entre un “curvo”
(resultante de introducir la pelota) y un “plano” (resultante de pasar la regla
por encima de la arena sobrante”.
Otra
de las cosas que llamó mi atención, es que el maestro trabajo muy poco con
organización por equipos, solo un día realizando una actividad de “lanzar aros”
para hacer sumatorias, logré ver que los acomodaba por equipo, y con los mismos
compañeros que se encontraban en determinada fila, es decir no formo equipos
como tal (porque ni se reunieron en determinadas áreas para la actividad), solo
mencionó que todos los integrantes de una fila sería los integrantes de ese
mismo equipo para realizar la actividad, la cual como ya mencionamos tenía como
fin hacer que los niños realizaran sumas mentalmente mediante los resultados
que obtuvieran lazando los aros.
Los
niños no presentaron ningún problema de atención al realizar estas actividades,
puesto que son entretenidas y por tanto, logran llamar la atención del niño y
mantenerlo en un estado de susceptibilidad, en el que capta de manera más amplia
las enseñanzas del maestro y más allá, lo que se quiere que desarrollen por
medio de determinadas actividades.
Ahora, con respecto a las tareas,
noté que el maestro dejaba actividades para resolver (la mayoría matemáticas)
pero eran pocas las que señalaba para resolver en el cuaderno/libreta, y que se
enfocaba más a resolver solo las actividades de los libros que utilizó durante
la semana. También logre ver que pedía a los niños al final del día con los que
trabajaría al día siguiente, los cuales precisamente son los que empleaba para
realizar las actividades mencionadas anteriormente.
Entrando a otro tema, durante los
recesos pude observar la manera de convivir de los niños y de relacionarse, más
allá de la ya observada dentro de salón, puesto que los niños solo se
desenvuelven a como son en realidad estando en un ambiente cómodo, que en este
caso era la hora del recreo. Muchos niños la empleaban para desayunar, otros
simplemente para platicar, y hubieron niños que incluso utilizaron su tiempo de
recreo para acercarse a mi o a mis otros compañero y convivir con ellos, pero
algo que todo los niños realizaban sin excepción alguna, ya fuese correr por
toda la escuela, brincar entre los charcos de agua, recoger “gurusapos”, lanzar
monedas en el denominado “bochito” o llevar acabo el famoso “toca toca”, si
había algo que todos los niños hacían era jugar.
Dentro de la organización de la
escuela no encontré ningún pormenor destacable, hay un maestro asignado para
cada salón, el director está presente todo el día, hay tanto personal de apoyo
(como intendentes), como maestras que atienden a los niños que presentan alguna
deficiencia o discapacidad, e incluso se lleva a cabo el programa de desayunos
escolares. En sus instalaciones la escuela cuenta con una dirección, baños, una
cooperativa, una cocina, un salón para cada grado y una biblioteca (que sirve
como salón para las maestras de apoyo). Tienen una hora establecida de entrada
así como también ocurre con la hora de salida, que en ciertos casos es cambiada
dependiendo si es día de cobro o si surge cierta eventualidad dentro del
plantel, ya sea que tenga que ver con los maestros o por mera decisión del
director.
No hay comentarios:
Publicar un comentario